Esta es una red social de live streaming perteneciente a Amazon, en la que los usuarios pueden ver directos de larga duración y, al mismo tiempo, disfrutar aquellos que ya se realizaron y fueron guardados. Ha sido llamada “la plataforma que se ganó a los centennials y pone en peligro el futuro de la televisión” (Según nota de El Clarín).

Comenzó a hacerse reconocida por los influencers que compartían en vivo sus partidas en videojuegos. Uno de los más grandes es Ibai, gamer español que cuenta hoy con más de 9 millones de seguidores.

Y es que el live-streaming es una tendencia que se viene observando desde hace tiempo, y en este sentido, el éxito que ha logrado Twitch es inmenso, provocando que muchísimas marcas se sientan atraídas y hayan decidido dedicar parte de su presupuesto en ella. Actualmente, reúne más de 100 millones de usuarios activos. La mitad de ellos le dedican más de 20 horas mensuales, y 2,2 millones de streamers suben contenidos.

Al mismo tiempo, son los que más tiempo de vistas consiguen en el mercado de las emisiones de videojuegos en directo, alcanzando en 2020, 76,5% de las horas emitidas. A su vez ofrece a los usuarios otros canales y contenidos, como IRL (In real life), música, esports y creative.

 

Cómo empezar en Twitch

Podemos decir que existe un interesante mercado, de gran alcance sin explotar en Twitch. Para Sebastián Correa, Paid Media Leader en Metrix, empresa de Moovmedia Group,  “es una muy buena herramienta para hacer publicidad debido a que no existe ese «hostigamiento» como es el caso de YouTube con sus anuncios de video, dado que se está recién posicionando en el mercado, y no hay muchos negocios que estén invirtiendo en esta plataforma”.

Hay dos grandes maneras de darse a conocer en Twitch como producto o servicio: por medio de partner sponsorship o por anuncios en el streaming. El primero, es donde se hace un acuerdo con el streamer, en el que este mismo promociona el producto o servicio durante su transmisión.

“Lo atractivo aquí es que la audiencia ya generó confianza con esa persona, lo que permite al producto impactar con mayor fuerza. Los influencers en esta plataforma abundan, por lo que la publicidad a través de ellos puede ser muy buena oportunidad para hacer engagement”, asegura Sebastián Correa.

Pero algo de suma importancia, es conocer qué clase de contenido hace este streamer y a qué público llega. Si lo que se publicita y lo que el streamer comparte no coinciden con la esencia de la marca, se habrá malgastado lo invertido.

La otra manera de promocionarse, es por medio de anuncios en los directos. O sea, que la publicidad aparezca en el video mismo, sin tener que hacer un acuerdo previo con quien transmite. Una suerte de ‘corte comercial’, si se le puede llamar de esa manera.

Existen tres formas de hacer esto, de acuerdo al momento de su aparición: pre-roll, antes del stream; mid-roll, entre medio del stream; y post-roll, finalizado el stream.

 

Cómo comenzar una estrategia

Según Sebastián Correa, se debe planificar antes de realizar cualquier campaña.  Definir cuál va a ser el objetivo, formato y presupuesto. Todo esto, para poder establecer con claridad los mecanismos que se utilizarán. Lo podemos ordenar en los siguientes pasos:

  • Objetivos de la campaña: como en cualquier estrategia de marketing, debemos tener definiciones claras, donde puedas tener objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y claros en el tiempo.
  • Público objetivo: tener clara tu audiencia, tu buyer persona. ¿Cuáles son sus comportamientos, actitudes o gustos? Considera que en Twitch la mayor parte del público son centennials o generación Zeta, es decir, nativos digitales.
  • Formato: estudia bien los dos puntos anteriores, antes de elegir lo que más te conviene.
  • Mensajes persuasivos y atractivos: la publicidad en Twitch te brinda mil posibilidades de impactar con mensajes visuales y de contenido.
  • Presupuesto: Una vez que tengas clara la finalidad de tu campaña, establece un presupuesto que la convierta en realidad y trabaja en base a él. Acá funciona con un sistema de coste por mil, donde generalmente el precio oscila entre los 10 dólares por 1000 impresiones.

 

*Por los periodistas de Moovmedia Group,  Isabella Bassi Santiago Villar